La clase de hoy tendrá lugar fuera del aula.
Examinaremos la fauna que puebla la ladera, detrás de la escuela, remontándola
hasta alcanzar una pineda joven, que contempla Barcelona. Collserola en
primavera. El profesor instruye cómo, debajo de las piedras, se esconden
insectos diversos, incluso alacranes. Excitación al descubrir un ejemplar. El
profesor muestra cómo hay que atraparlo por detrás, cogiéndolo por
la cola. Así
queda desactivada su peligrosa defensa, puesto que sólo puede inyectar su veneno
proyectando el aguijón hacia delante y hacia arriba. Introducimos la presa en un
bote de cristal, que luego rellenaremos de alcohol de 96º para conseguir su
endurecimiento y conservación. El arácnido trofeo permanecería expuesto en una
estantería del dormitorio de la infancia, fiel compañero durante los años de
estudio.
¿Y qué diríamos ahora, como padres, de un maestro que
enseñara a nuestros niños cazar escorpiones con las manos?
Pero así nos instruía Pere Cairó, apasionado, atrevido,
pedagógico, ilustrado. Muchos años después escribí y publiqué un libro titulado
“De Natura”, que se quería inspirado en los atomistas griegos y en el latino
Lucrecio pero que, en realidad, veo ahora que fue inoculado por el virus de las
lecciones naturalistas del profesor Cairó. Él nos resumió el ciclo de la vida en
un endecasílabo: “Nace, crece, se reproduce y muere”. Gracias,
maestro.
Francesc (Kiko) Badia - Gaudí
Francesc (Kiko) Badia - Gaudí
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