Estimado Sr.Cairó,
En este punto y seguido dejo aquí impreso mi agradecimiento teñido de una tierna nostalgia por aquel mundo que nos enseñó entre idas y venidas a lo largo de la pizarra, con las manos y parte de la ropa teñidas de blanco de la tiza; con giros y golpes estudiadamente inesperados y una dulce ironía encabezando lecciones que nos ayudaron a aprender una vida 'que es sueño'. Y como dijo su tan mencionado sabio, 'Y los sueños, sueños son'. Muchas gracias.
Claudia Farré (Ulisses)
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